Propiocepción

 

¿Para qué se utiliza?

Es muy importante para cualquier actividad de la vida cotidiana: desde subir y bajar unas escaleras sin tropezarse, hasta corregir el traspiés y evitar una caída en caso de que se produzca.

La información propioceptiva avisa al organismo de caídas, giros, imprevistos… y ayuda preparar a músculos y articulaciones a responder ante una demanda repentina como puede ser, por ejemplo, corregir un desequilibrio producido por el tropiezo de un bache en el camino.

En el deporte, la propiocepción es imprescindible, no solo para conseguir un buen rendimiento sino para evitar o al menos minimizar el riesgo de lesión o recaída.

Diversas formas de entrenarla:

El entrenamiento se basa en someter al cuerpo a desequilibrios, cambios rápidos de dirección, movimientos a los que el sujeto no esté acostumbrado, sobre diferentes superficies, giros, saltos y todo tipo de ejercicios que sean útiles para someter a las diferentes articulaciones a un estrés que las obligue a adaptarse rápidamente a cada cambio.